3 ene 2008

NORMAS DE SEGURIDAD PARA EL ALMACENAMIENTO DE MATERIALES EXPLOSIVOS, COMO ASI EL TRANSPORTE

OBJETO.
La presente contiene normas técnicas para el almacenamiento, transporte y operaciones afines con explosivos y municiones con el objeto de asegurar su buena conservación y disminuir los riesgos y las consecuencias de los accidentes.

Estas normas están destinadas a la capacitación y aplicación de todo el personal de la Empresa que desarrolle tareas con material explosivo y a todo aquel que sin reunir estos requisitos, pueda bajo circunstancias especiales ser afectado a dichas tareas.

MEDIDAS DE SEGURIDAD.

La medidas de seguridad son el conjunto de Leyes, Decretos, Disposiciones, Directivas, ordenes, planes contra incendio, vigilancia de las instalaciones, etc, que deberán adoptarse para preservar al personal, documentos, instalaciones y material explosivo, de las acciones de sabotaje, y espionaje que pueden llevarse a cabo en contra de un polvorín.

Los estudios de seguridad de los Polvorines, deberán hacerse teniendo en cuenta las características particulares de cada polvorín, ya que ellas serán determinantes para establecer las medidas de seguridad a adoptar, y por ende, la impartación de las directivas correspondientes.

Será de suma conveniencia tener presente que nada contribuirá mas a la eficacia de las medidas de seguridad, como el directo y constante control del polvorines y el contenido en sus depósitos (Estopines, Detonadores, Explosivos etc) por parte del responsable directo del polvorín o su reemplazante.

Prevención y lucha contra incendios

Origen de los incendios:

Los incendios en depósitos donde se almacenan explosivos, y de los terrenos adyacentes, se deben a causa variadas, de las cuales, las mas comunes son las siguientes:
Incendios de pastos secos, desperdicios y maleza, causada por chispas de locomotoras, colillas de cigarrillos, uso inadecuado de fósforos, vidrios sueltos, etc. Tales incendios se originan con frecuencia en terrenos linderos al polvorín, y si no son descubiertos y extinguidos a tiempo, pueden extenderse y ser difíciles de dominar
Operaciones de carga y descarga, recuperación, etc, no efectuadas en condiciones de seguridad. Las causas mas comunes son: material explosivo diseminado por rotura o perdida de los envases, acumulaciones de desperdicios de papel, cajas rotas, etc y la falta de barreras contra fuego, necesarios para prevenir su propagación.
Negligencia del personal que enciende fuego o fuma en lugares donde esta prohibido hacerlo.
Falta de conocimiento y de cumplimiento de las normas de seguridad prescriptas para la destrucción de material explosivo. En especial debe tratarse de impedir que fragmentos proyectados lleguen a incendiar o puedan afectar las estibas del material que se encuentra preparado para la destrucción.

Chispas producidas al golpear piezas de hierro, clavos de acero o recipientes metálicos con herramientas no confeccionadas con material antichisposo. Tales chispas, aunque pequeñas, han causado frecuentemente desastrosas explosiones, debido a que inflaman fácilmente la pólvora negra, el polvo de otros explosivos o gases desprendidos.
Uso inadecuado de algunas fuentes de calor, tales como sopletes u hornillos empleados en la reparación de techos u otras partes del deposito.
Descargas de la electricidad atmosférica sobre edificios, árboles u otros cuerpos situados en lugares próximos a los explosivos.
Instalaciones eléctricas en condiciones deficientes de conservación, y eventuales contactos de conductores eléctricos con material combustible.
Existencias de algodón, estopas, trapos aceitosos u otros materiales susceptibles de inflamarse espontáneamente o con facilidad.
Electricidad estática. Una carga eléctrica puede acumularse en algunas sustancias explosivas, según determinadas condiciones; el hecho citado ocurre, especialmente, en los granos de pólvoras sin humo. Análogamente, el cuerpo humano suele cargarse de electricidad, particularmente si el calzado o el piso son malos conductores.
Tales cantidades de electricidad reciben el nombre genérico de electricidad estática y son, en ocasiones, los factores de iniciación de siniestros provocados por las chispas que saltan de los cuerpos inicialmente cargados al variar las condiciones de aislamiento en que se encuentran.
Asimismo, las correas de las maquinas de transmisión se cargan de electricidad estática y su descarga origina peligrosas chispas.
Tales condiciones, que tienen lugar, por lo general, durante la fabricación de pólvoras y explosivos, se producen a veces en polvorines, especialmente cuando el aire esta seco, por lo que representan un serio peligro. Como el calzado de polvorín, generalmente, causa la aislamiento eléctrica, se deduce la conveniencia de que toda persona que use el mencionado calzado se aproxime, de tiempo en tiempo, al exterior del local, y estando a suficiente distancia del material explosivo, toque cualquier conductor conectado a tierra que produzca su descarga (como la instalación de pararrayos).

Reglas de prevención y lucha contra incendios:

La prevención de incendios es muy importante, debido a las grandes dificultades que se presentan para poder dominar el fuego en los materiales explosivos. Las reglas que se dan a continuación son los requisitos mínimos que se deben cumplir; ellas deben ser completadas con las instrucciones particulares que impongan los respectivos Jefes de Bases - Empresas - Usuarios, las cuales serán acordes con las características del polvorín o del lugar de guarda asimilado a tal fin.

Responsabilidad del personal:

El responsable del polvorín o del depósito, al organizar el plan contra incendios , designará a un responsable para la lucha contra incendios y a sus inmediatos colaboradores, teniendo en cuenta, en cada caso, los conocimientos específicos que posea el personal.

La distribución de las distintas tareas entre el personal debe tender a lograr una eficiente lucha contra el fuego.

El personal destinado especialmente a combatir el fuego, deberá conocer los riesgos y consecuencias que originan el fuego y las explosiones, las precauciones que deberá adoptar, y los medios y procedimientos que se utilizarán para prevenir y extinguir los incendios.

Deben determinarse, específicamente, las obligaciones de electricista, mecánicos, plomeros, etc, que no son miembros regulares del servicio de incendios, pero quienes pueden ser requeridos para poner en marcha bombas de incendio, cortar líneas de energía eléctrica, cortar el flujo de gas, etc.

Se debe contar con un medio de comunicación n teléfono para alertar del siniestro (bomberos, hospital, Policía, etc) y de acuerdo con la magnitud del mismo.

Inspección de equipos e implementos:

En las inspecciones periódicas, se deberá comprobar el grado de instrucción del personal, y que los equipos de extinción funcionen con seguridad en condiciones reales de trabajo (las mangueras no ensayadas bajo presión de trabajo, frecuentemente revientan cuando deben ser utilizadas).

Todo equipo de extinción de incendios, especialmente matafuegos comunes, barriles y baldes con agua y arena e implementos auxiliares deberán inspeccionarse periódicamente, y cualquier deficiencia que se observara deberá ser inmediatamente subsanada.

Antes de iniciar las operaciones de embalaje, renovación, recuperación y toda otra en que se manipulen materiales explosivos, deberán inspeccionarse los equipos para extinción de incendios, a fin de comprobar las buenas condiciones de uso.

Para combatir los incendios de hierbas o árboles en las cercanías de los depósitos, se deberá mantener tendido, en los puntos designados por el responsable del polvorín o depósito, una cantidad de escobas, bolsas, mangueras, rastrillos, baldes con agua, baldes con arena u otro equipo similar. Los mismos deben ser periódicamente inspeccionados y protegidos contra sustracciones o uso.

Eliminación de la vegetación y rompe fuegos:

La vegetación en forma de pastos, maleza, cizaña, etc, que por azar pueda inflamarse, se deberá eliminar mediante herbicidas o defollantes, los cuales se emplearán en días de poco viento y con adecuada protección para prevenir la combustión y/o intoxicación. La destrucción por el fuego de residuos, pastos, maderas, etc, no deberán efectuarse a menos de 100 metros de un deposito.

Como herbicida caseros se recomiendan las siguientes disoluciones:

Sal común: Se hierven 500 gramos de sal en 4 litros de agua. Se vuelca la solución hirviendo en una regadera y se la esparce sobre un metro cuadrado del terreno. El primer año se emplea esta solución y después proporciones mas diluidas.

Cal: Se mezcla un kilogramo de cal viva con 10 litros de agua. La lechada se esparce sobre el terreno enseguida de preparada.

Herbicida selectivos (de uso agro-industrial). El tipo de esta sustancia debe elegirse de acuerdo a las características del vegetal a destruir; y siguiendo las instrucciones del fabricante.

En el interior del espacio cercado correspondiente a cada deposito no se harán cultivos, tolerándose solo el césped corto y verde, o vegetales que dificulten la erosión del terreno. Se arrancarán las hierbas secas que puedan inflamarse por acción solar.

La vegetación sobre y a lo largo de vías férreas deberá eliminarse hasta que no se observen rastros, con el fin de que puedan obrar como rompefuegos.

Además de los rompefuegos antes especificados, deberán existir otros que circunden las superficies ocupadas por cada deposito, y en aquellos lugares donde se los considere necesarios. Las necesidades de tales rompefuegos serán establecidas por el responsable del polvorín o depósito.

Carteles indicadores:

En las proximidades y a la entrada de cada deposito deberán colocarse letreros bien visibles con las leyendas siguientes:

PELIGRO – EXPLOSIVO – PROHIBIDO FUMAR.

Pararrayos:
Cada depósito deberá estar provisto de pararrayos con su red de descarga, que lo protejan de las descargas de la electricidad atmosférica. Allí donde sea posible, se colocará una jaula de Faraday que encierre por completo el edificio. La descarga a tierra del pararrayos no deberá ofrecer una resistencia mayor a 10 ohms
Reglas varias:
Quedará absolutamente prohibido: encender fuego o fumar dentro o en las proximidades de un depósito; penetrar a mismo llevando artículos de hierro o acero al descubierto, cigarrillos, fósforos o cualquier combustible de fácil inflamación.
Se prohibirá introducir a los depósitos algodón, estopas o trapos aceitosos, como así también cualquier articulo susceptible de inflamarse espontáneamente o con facilidad. Se exceptúan los casos de empleo inmediato, pero se los retirara en seguida de terminado el trabajo.
Las llaves de barreras, depósitos y otras instalaciones a las cuales pueda ser necesario entrar para combatir el fuego, deberán guardarse en los lugares que haya designado el responsable del polvorín o depósito
Las herramientas que se empleen para la apertura o cierre de los envases que contienen material explosivo, deberán estar confeccionados con material antichisposos, tales como madera, bronce, aleaciones de cobre-berillo, etc.

No se podrá ingresar con armas.

Equipos e implementos para extinguir incendios:

Todo polvorín o depósito deberá estar provistos de los siguientes equipos e implementos destinados a combatir el fuego:
En el local de la guardia o en otro anexado a esta, deberá estar depositada una bomba de incendios montada sobre ruedas, y con mangueras o bien un matafuego también montado sobre ruedas, de una capacidad no menor de 180 litros. Este matafuego podrá ser del tipo soda ácida, a espuma de anhídrido carbónico y polvo. Estos equipos deberán conservarse siempre en condiciones de entrar en funcionamiento de inmediato.
A 50 metros de cada depósito deberá encontrarse un hidrante con su correspondiente manguera protegida de la interperie, la cual deberá ser suficientemente extensa para permitir que el chorro de agua pueda sobrepasar el deposito. La lanza de la manguera estará provista con boquillas intercambiables que produzcan un chorro compacto de agua o agua finamente pulverizada.
En las proximidades de cada depósito (entre 5 a 10 metros del mismo), deberá estar instalado un grifo de agua corriente.
Cada deposito ,deberá poseer, de acuerdo con sus características, los siguientes elementos :

Baldes: Deberán tener una capacidad de 10 litros, ser de forma troncocónica y provistos de dos manijas dispuestas de tal forma, que permitan, arrojar con comodidad su contenido. Deberán pintarse periódicamente en color rojo, y con las inscripciones en blanco: “INCENDIO” y “AGUA” o “ARENA”, según corresponda. Estarán ubicados en el exterior del deposito y en las proximidades de la entrada. Su contenido deberá estar siempre completo, y para evitar el congelamiento del agua se agregara sal común.
Matafuegos: Deberán ser del tipo denominado soda ácido, de 10 litros de capacidad, con su cuerpo de cobre y/o de anhídrido carbónico de 10 kilogramos (o similares). Se los ubicará en el exterior del depósito y próximos a la puerta de entrada. Periódicamente serán controlados, y su recarga deberá efectuarse anualmente. Cuando sea necesario descargar un matafuego, se aprovechará la oportunidad para permitir al personal efectuar la practica de extinguir un pequeño incendio simulado.
Como complemento del material destinado a combatir incendios expresados, resultará conveniente poseer, en un local destinado a tal fin o en los sitios que se juzgue conveniente, otros implementos y herramientas, entre los que se citan: mascaras antigas, trajes de amianto, cascos protectores, guantes, botas de goma, palas, picos, hachas, rastrillos, mantas de lana o incombustibles, como así carros tanques, barriles y baldes con agua, matafuegos, mangueras con lanzas y sus llaves correspondientes, etc.
Instrucciones generales para la extinción de incendios:
Para combatir un incendio de material explosivo es necesario que el personal encargado de la extinción del fuego, se encuentre debidamente instruido, teniendo en cuenta las características del material que se encuentra almacenado en cada depósito o polvorín.
En cualquier incendio que comprenda un depósito o sus adyacencias, deberá procederse de acuerdo con las siguientes instrucciones generales:
Si un centinela u otra persona descubre humo, llamas, etc, procedente de un depósito o alguna otra señal que indique la posibilidad de que en él exista fuego, deberá comunicarlo a la guardia tan rápidamente como le sea posible. Faltará a sus obligaciones si intentara entrar al deposito.
Si un centinela, sereno u otra persona descubriere un incendio de hierbas, dará inmediatamente la alarma, y si el mismo es tan pequeño y próximo que esta seguro de extinguirlo personalmente y de inmediato, iniciará la tarea.
El personal del servicio contra incendios deberá atacar decididamente los incendios de pastos, hierbas, malezas, etc, y tratará de extinguirlos aun cuando no se produzcan en lugares muy próximos a un depósito.
En el caso de que un incendio haya invadido una sección importante de un depósito, el personal de servicio contra incendio tratará de no arriesgarse en desesperados esfuerzos para extinguir el fuego, sino que deberá dedicarse a proteger las adyacencias de la construcción y evitar la propagación a otros locales e instalaciones.
El personal empeñado en la extinción de un incendio, deberá considerar que siempre es conveniente tratar de protegerse y nunca exponerse innecesariamente al calor intenso generado por la combustión de la pólvora sin humo, de los explosivos y de algunos materiales pirotécnicos, a los fragmentos proyectados por munición al explotar y a la acción de los gases tóxicos producidos en la combustión.
En la mayor parte de los casos, la misión del personal deberá concretarse en evitar que el fuego se propague a otros depósitos. Para ello se designará personal responsable para apagar las chispas o trozos encendidos que se proyecten desde el incendio.
Al emplear las mangueras se tendrá en cuenta que, en general, conviene enviar un chorro compacto de agua, cuando la temperatura del incendio es muy elevada, o bien si se deben extinguir llamas o brasa profundas, es decir, que se encuentran lejos de la superficie.
En otros casos, cuando ardan terrenos cubiertos de hierbas, convendrá usar el chorro pulverizado. El agua pulverizada también permitirá al personal aproximarse al lugar del fuego, debido a que el rocío formado presenta una eficaz protección contra el calor.
El responsable del polvorín o depósito dispondrá lo necesario para evitar al personal, en lo posible, de accidentes e impedir al acceso durante el incendio a toda persona extraña al mismo, excepto aquellas que hayan sido debidamente autorizados.

Herramientas y equipos de trabajo:

Conceptos generales:
Las herramientas y equipos de trabajo a utilizar por el personal en las diversas tareas con material explosivo, deberán satisfacer ciertas características que representan exigencias de seguridad.
Herramientas:
Las herramientas que se emplean en la apertura o cierre de los envases deberán estar confeccionadas con materiales antichisposos, tales como: bronce, aleaciones cobre-berillo, madera, etc. La dotación mínima de herramientas por deposito será la siguiente: UNA (1) maza de madera, UN (1) cortafrío, UN (1) martillo de pena, DOS (2) destornilladores, UNA (1) tenaza, UNA (1) barreta con pie de cabra y UNA (1) zorra de madera con llantas de goma.
Equipos de trabajo:
Buzo enterizo: el personal que realiza tareas con material explosivo, en un polvorín o depósito, deberá ser dotado de un buzo enterizo que deberá reunir las siguientes características:
Tela brin, color blanco o azul.
Deberá ser confeccionado sin bota manga, sin bolsillos al exterior con puño abotonado y con botones no metálicos.
Calzado: El personal utilizará calzado con suela de goma, yute o cáñamo.
Guantes: Para las diversas tareas de almacenamiento, el personal utilizará guantes de cuero y/o tela, sin botones ni gancho. Para las operaciones de destrucción de dinamitas, galanita, trotyl y pólvoras, el personal utilizará guantes de goma, a fin de evitar la absorción a través de la piel de los compuestos orgánicos.

ALMACENAMIENTO DE MATERIAL EXPLOSIVO.
Conceptos generales:
El almacenamiento de material explosivo comprende todas las operaciones de aparcamiento que se realizan desde que el material ingresa a un polvorín o depósito hasta que es retirado del mismo.

Para tal fin deberán tenerse en cuenta, especialmente, el peso máximo de almacenamiento y la capacidad de los depósitos, como así también la agrupación del material explosivo en grupos compatibles de almacenamiento en un mismo depósito.

Peso máximo de almacenamiento y capacidad de los depósitos:
La capacidad de almacenamiento responderá a lo prescripto en el Decreto Reglamentario número 302/83 de la ley Nacional de Armas y Explosivos. Los pesos máximos de almacenamiento que se fijan corresponden únicamente al peso neto de la sustancia y/o mezcla explosiva o ,composición pirotécnica que forma parte como constituyente de cada uno de los elementos o artificios definidos como el material explosivo.
Por lo tanto quedan excluidos los envases (madera, cartón, metal, etc) y las vainas, carcazas y todo otro constituyente de metal, madera, cartón, plástico, etc, que se hayan utilizados en la fabricación de cada elemento o artificio.

Compatibilidad de material explosivo a los fines del almacenamiento:
Teniendo en cuenta la variedad de materiales explosivos que deben almacenarse en un polvorín o depósito, resulta imposible disponer de un depósito para cada material. Llegar a disponer de instalaciones para cumplir con esa premisa, sería la meta más apropiada a los fines del almacenamiento.
Almacenar distintos materiales explosivos en un mismo depósito, en forma indiscriminada, representa un aumento de los riesgos y consecuencias que se deben afrontar durante el almacenamiento.
La selección de los materiales que pueden almacenarse en un mismo depósito exige el conocimiento de:
La identificación de sus componentes y la composición de cada uno de ellos.
Su conducta y sensibilidad frente a ciertas acciones mecánicas (choque, golpe, fricción, etc).
Reacción a la acción del fuego (chispas, descargas de la electricidad atmosférica, etc).
Su posibilidad de combustión espontánea.
Liberación y pérdida de gases, vapores tóxicos o corrosivos.
La posibilidad de combinación entre distintos componentes de diversos materiales almacenados en un mismo depósito.

Grupos de almacenamiento:
Respetando lo descrito en el Decreto Reglamentario número 302/83 de la ley Nacional de Armas y Explosivos, los materiales y explosivos, a los fines de su almacenamiento conjunto, se sería conveniente agruparlos de la siguiente forma:

Grupo 1: integran este grupo los tiros para armas de calibre hasta 15 mm.
Grupo 2: se agrupan aquí las cargas propulsoras (impulsivas o de proyección). Constituidos por pólvoras coloidales o sin humo, y los granos de propulsantes sólidos. Integran este grupo:
· Cargas propulsoras de artillería.
· Vainas cargadas.
· Cartuchos de fogueo para cañón.
· Cartuchos de ejercicio para artillería.
· Cartuchos de propulsión de mortero.
· Cargas suplementarias de mortero.
· Granos de propulsante sólido para cohetes y misiles.

Grupo 3: integran el mismo explosivos iniciadores y artificios para iniciar la detonación o deflagración. Componen este grupo:

· Detonadores comunes.
· Detonadores eléctricos.
· Cápsulas detonadoras a presión, tracción y percusión.
· Espoletas para artillería.
· Espoletas para mortero.
· Espoletas para minas.
· Espoletas para misiles.
· Espoletas para cohetes.
· Estopines a percusión.
· Portacebos a percusión.
· Portacebos eléctricos.
· Iniciadores eléctricos.
· Trenes de fuego pirotécnicos.
Grupo 4: este grupo esta compuesto por pólvoras negras o mezclas pirotécnicas de naturaleza análoga y los elementos que las contienen, que producen efectos incendiarios, ocultantes (fumígeno), iluminantes y de naturaleza química. Integran este grupo:
· Pólvora negra.
· Simuladores de explosión.
· Bengalas de mano.
· Cartuchos de señales.
· Cohetes de señalamiento.
· Cartuchos de iluminación.
· Mecha rápida.
· Mecha lenta.
· Proyectiles fumígenos de artillería y de mortero sin espoleta.
· Proyectiles incendiarios de artillería y de mortero sin espoleta-
· Cilindros humosos.
· Granadas y cartuchos lacrimógenos.
· Granadas y cartuchos irritantes.
· Granadas y cartuchos vomitivos.
· Fósforo contra viento.
· Proyectiles de iluminación de artillería y de mortero.
Grupo 5: se agrupan este grupo el trotyl, exógeno, pentrita y altos explosivos de naturaleza análoga a estos elementos que los contienen. Comprenden este grupo:
· Elementos de trotyl.
· Torpedos bangalore.
· Tubos meca.
· Cargas hueca.
· Proyectiles explosivos para artillería sin espoleta.
· Proyectiles explosivos para mortero sin espoleta.
· Granada de mano sin iniciador (tren de fuego).
· Minas sin espoletas.
· Cordón detonante.
· Cabezas para cohete y misiles sin espoleta.
Grupo 6: se encuentran este grupo los altos explosivos a base de nitroglicerina y explosivos con Nitrato de Amonio. Comprenden este grupo:
· Dinamita.
· Gelanita.
· Gelatina explosiva.
· Explosivos plásticos.
Grupo 7: En este grupo se incluyen los materiales de máxima peligrosidad, ya que en él se admite el almacenamiento en conjunto de altos explosivos con sus iniciadores. Integran este grupo los tiros calibre mayor de 15 mm (explosivos, incendiarios, fumígenos, perforantes, etc) y otros efectos explosivos en que los elementos constitutivos necesarios para producir el disparo, lanzamiento o funcionamiento, se encuentran ensamblados o reunidos en un mismo envase.

Se tendrá especial cuidado en no almacenar los materiales agrupados en los grupos 2, 3 y 7 , en un mismo lugar ni compartiendo el mismo depósito con los materiales de los otros grupos.

Dimensiones y ubicación de las estibas:

· Estiba: La estiba básica normal es un paralepípedo de 5 metros x 3 metros de base y 2 metros de altura (30 m3).

· Ubicación: las estibas se dispondrán a una distancia de 0,55 metros de los muros, y la separación entre ellas será también de 0,85 metros. Los depósitos que contienen 2 más estibas, tendrán un pasillo central, frente a la puerta de entrada, de 2 metros de ancho.

Estibas:

Las estibas deberán cumplir los siguientes requisitos:

Serán colocadas sobre el envigado de apoyo. La altura del envigado será suficiente para que entre el piso y el envase inferior de la estiba quede a una distancia mínima de 5cm, con el objeto de asegurar la ventilación y evitar el deterioro del material por la acción de la humedad del piso o del vapor de agua que pudiera condensarse sobre el mismo.
Estarán distanciadas de los muros. La separación de las estibas de los muros tiene por objeto facilitar la ventilación, evitar los efectos del aumento de temperatura a consecuencia de una irradiación solar intensa y los efectos perjudiciales de la humedad que pueda condensarse o filtrarse en los muros.
Deberán estar separadas entre ellas. El pasillo central y las distancias a conservar entre estibas, tiene por objeto facilitar la ventilación y el acceso del personal que cumple tareas, y evitar o disminuir las posibilidades de una explosión conjunta del, material aparcado.
Los envases formarán un conjunto trabado. Los envases, al ser dispuestos en las estibas, se colocarán de modo que queden trabados entre sí, en forma tal que dejen espacios libres destinados a la ventilación.
Verticalidad: para mantener las estibas verticales podrá recurrirse a la colocación de cuñas de madera.
Los cuerpos de estanterías estarán fijados al piso por su parte inferior, y al techo, por la parte superior.

Disposición del material en las estibas:

Al armar una estiba, se tendrán en cuenta los siguientes aspectos:
Cada estiba estará constituida por un solo tipo de material, y en caso de tener varios años de fabricación, se deberá colocar la munición de mayor antigüedad en la parte superior de la estiba, en forma tal de proveer o consumir siempre la más vieja.

Si no se pudiera completar una estiba, los materiales se aparcarán en “pila” que comprenda un solo material y según el año de fabricación (el más viejo siempre arriba).
Los envases cuyo contenido esté incompleto serán colocados en la parte superior y delantera de la estiba o pila, según corresponda, debidamente marcados para evitar que sean confundidos con los completos.

Estanterías:

Las estanterías deberán cumplir los siguientes requisitos:

Serán construidas con maderas duras, convenientemente cepilladas, y sus partes metálicas no estarán al descubierto.
Entre el piso y el estante inferior, deberá quedar una distancia mínima de 0,05 metros.
Identificación y existencia del material en la estiba, pila o estantería:

Cada estiba, pila o estantería, según corresponda, deberán poseer la ficha estante donde constará los datos de identificación del material y año de fabricación. En ella se registrarán los movimientos de entrada, salida y saldo.

ESTABILIDAD QUÍMICA Y VIDA ÚTIL DEL MATERIAL EXPLOSIVO.

Conceptos básicos:
Los explosivos no tienen una vida útil ilimitada. Contrariamente, por la acción del tiempo, humedad, temperaturas extremas, etc, sufren una serie de cambios químicos y/o físicos que, en períodos variables de tiempo, los transforman en no aptos para su almacenamiento, manipuleo y/o uso , por el riesgo de su espontánea descomposición.
La estabilidad química tiene directa relación con la “vida segura en almacenamiento” y su permanente control disminuye la posibilidad de ocurrencia de un siniestro en un depósito de explosivos.
La “estabilidad” es un concepto más amplio, que implica la constancia o permanencia de las propiedades químicas, físicas, mecánicas y balísticas, y tiene directa relación con la “vida útil” del material explosivo.
En términos de tiempo, la vida útil del material explosivo es más corta que la vida segura en almacenamiento.

Pruebas y exámenes eventuales periodísticos:

Las pruebas y exámenes tienen por finalidad determinar el estado de conservación del material explosivo, a efectos de poder retirarlo de uso antes que su empleo o almacenamiento se convierta en riesgoso.

De los bajos explosivos, las pólvoras sin humo exudadas y los propulsantes homogéneos estarán sujetos a un proceso de descomposición después de su fabricación. Este es un proceso irreversible y exotérmico, acelerado por la influencia negativa del calor y la humedad. Por esta razón serán necesarias pruebas y exámenes periódicos para verificar su estado de conservación, y eliminar el riesgo de siniestros (incendio, explosión) durante su almacenamiento, por pérdida de estabilidad química.

Sin embargo, además del fenómeno citado inherente a la nitrocelulosa y a su método industrial de fabricación; puede producirse, y de hecho ocurre, la migración de algunos constituyentes de los explosivos, lo que pueden haber sido incorporados por formar parte de su formulación como la nitroglicerina en los propulsantes sólidos homogéneos y dinamitas, o tratarse de impurezas no deseadas como en el caso de los isómeros del trotyl (TNT). En estos casos la peligrosidad o riesgo varía según la naturaleza de la sustancia exudada de que se trate.

Observación visual:

Se efectuará en los depósitos de explosivos como parte de la rutina de trabajo, y como consecuencia de controles e inspecciones internas. Tendrá como finalidad detectar indicios de descomposición, verificar el cumplimiento de las condiciones de almacenamiento, cantidad y tipo de explosivos, a fin de prevenir siniestros y/o pérdida de aptitud del material explosivo.

Algunos indicios o signos de descomposición son los siguientes:

En las pólvoras sin humo:

a) Modificación del color: aparición de manchas en las pólvoras no grafitadas (verdosas).
b) Adhesión de los granos entre sí.
c) Olor fuerte (vapores nitrosos).
d) Saquetes con costuras rotas o manchadas.
e) Saquetes con la tela endurecida, fácilmente desmenuzable o desgarrable.
f) Exudación líquida aceitosa en los granos de pólvora (DB y TB).
g) Granos con fisuras.
h) Corrosión interna de los envases metálicos.

En las pólvoras negra:

a) Facilidad de rayar un papel con el grano de pólvora.
b) Disminución del brillo característico del grano.
c) Adhesión los granos entre sí.
d) Facilidad de fragmentación por presión con los dedos.
e) Aparición de puntos blancos brillantes o manchas blanquecinas.

En las dinamitas:

a) Aparición de exudado oleoso en su superficie
b) Transformación en una masa blanda y gelatinosa.

En el trotyl prensado en forma de panes:

a) Ablandamiento y deformación de los panes.
b) Desgranado, como si fuera arena gruesa compactada.
c) Aparición de exudado de color marrón con olor a pomada de zapatos.

En los granos de propulsantes homogéneos:

a) Aparición de exudado oleoso sobre las paredes no inhibidas del mismo
b) Evidencias de corrosión en los elementos metálicos del motor.

En los elementos con mezcla pirotécnica (bengalas de mano, cartuchos de señales e iluminación, etc):

a) Dificultad o imposibilidad de lograr su encendido
b) Manchas de humedad en la envoltura y etiquetas sucias o despegadas
c) Deformaciones de la vaina, cartucho o contenedor que modifican sensiblemente sus dimensiones.

Observando algún indicio o signo de descomposición el usuario informará a la Dirección de Logística, la que determinará las pruebas a realizar y el procedimiento a seguir.

Pruebas de estabilidad química:

Son las que se realizan sobre aquellos explosivos en los que por la naturaleza de su composición y por las condiciones de conservación se han iniciado irreversiblemente reacciones químicas de descomposición, que pueden ocasionar el autoencendido de los mismos.
Tienen que ver, directamente, con las pólvoras coloidales y los propulsantes homogéneos, y se las clasifica, en general, de la siguiente forma:

Pruebas basadas en la emisión de vapores:
Por medición directa de un volumen o de una presión:
Calentamiento bajo vacío.
Taliani (bajo vacío o en atmósfera de nitrógeno).
Bergmann – Junk.

Por emisión indirecta de la cantidad de vapor emitida:
Prueba con papel violeta de metilo.
Prueba con papel tornasol.
Prueba de Abel.
Prueba de pérdida de peso por calentamiento (Simon Thomas).
Prueba de vigilancia o de aparición de vapores rojos.

Pruebas basadas en la evolución del estabilizante químico:
Determinación de la cantidad de estabilizante residual
Determinación de la cantidad e identificación de los derivados del estabilizante químico.
Pruebas basadas en la evolución de los productos de base:
Determinación del porcentaje de nitrógeno de la nitrocelulo
Determinación del pH o prueba de Hansen.

Tipo y cantidad de pruebas:
La realización de un tipo de ensayo o prueba sobre una muestra de pólvora o propulsante homogéneo, no será suficiente para concluir la aptitud o la pérdida de estabilidad química. Deberán emplearse varias pruebas, de cuya interpretación relacionada se podrá sacar una conclusión válida.

Vida útil:

Se define y establece para aquellos materiales explosivos y munición que son afectados por:

Transcurso del tiempo (envejecimiento natural) desgradándose irreversiblemente como
en el caso de:
a) Pólvoras sin humo exudadas
b) Propulsantes homogéneos a causa de la nitrocelulosa empleada industrialmente.
c) Dinamitas por la migración de nitroglicerina y pérdida del aire ocluido en su masa.

Condiciones inadecuadas de almacenamiento (envejecimiento artificial), cuando el material este sometido a ciclados térmicos, exceso de humedad, impregnación con agua, contaminación por derrames con otros líquidos, etc, como en el caso de las composiciones pirotécnicas, en los elementos de señalización y ocultamiento, la pólvora negra de la mecha lenta, los retardos pirotécnicos, o la misma exudación de proyectiles cargados con TNT.

Criterio general:
La vida útil de un material explosivo o munición debe ser garantizada por el fabricante, especificando claramente los años de la misma y las condiciones de almacenamiento para las cuales resulta válida, a fin de que estos datos sean tenidos en cuenta.
Una vez vencida la vida útil, no necesariamente el uso del elemento resultará inadecuado y peligroso, motivo por el cual deberán realizarse los ensayos y pruebas sobre los elementos convenientemente muestreados que permitan extender la vida útil, como en el caso de la “munición útil vencida”, cuyo empleo será prioritario.
La responsabilidad de esta prueba será de la Dirección de Logística que deberá realizarlas con anterioridad y próximo a su vencimiento.

Vida útil de algunos materiales explosivos y munición:

A título orientativo se expresan a continuación los “años de vida útil estimados” de algunos efectos Clase V y V (A), en caso que no estén expresamente indicados por el fabricante.

Cargas de propulsión para artillería (saquetes con pólvoras SB, DB y/o TB –saquete de iniciación tipo CBI y antillama).................................................10 años
Cargas de demolición (de diferentes pesos en base a TNT comprimido)..15 años
Cartuchos comunes “C” y perforantes “P” de todos los calibres (por núcleo duro)............................................................................................................10 años
Cartuchos Cal 20 a 40 mm con carga química............................................5 años
Cartuchos de propulsión y cargas suplementarias para mortero.... ........... 5 años
Cartuchos especiales (de diferentes calibres, alcances y con carga pirotécnica)...................................................................................................3 años
Cilindros humosos........................................................................................3 años
Cohetes y mísiles.......................................................................................10 años
Cordón detonante......................................................................................15 años
Detonadores de diferentes tipos.................................................................5 años
Espoletas....................................................................................................5 años
Explosivos nitroglicerinados (dinamitas, gelanitas, etc).............................1 año
Granadas de mano para fusil....................................................................10 años
Granadas de mano, Proyectiles de morteros especiales (con cargas pirotécnicas de señalamiento, ocultamiento, iluminación o químicas)no y para fusil, de efectos especiales (señalamiento, iluminación, química, etc)...............................................................................................................5 años
Mecha lenta...............................................................................................10 años
Minas sin espoletas (de diferentes tipos y pesos)....................................15 años
Pólvora sin humo o coloidal, a granel........................................................10 años
Pólvora negra a granel..............................................................................10 años
Proyectil de artillería y de mortero EF (de diferentes calibres y pesos)........................................................................................................15 años
Proyectiles de morteros especiales (con cargas pirotécnicas de señalamiento, ocultamiento, iluminación o químicas).........................................................5 años
Proyectiles de artillería especiales (con cargas pirotécnicas de señalamiento, ocultamiento, iluminación o químicas, explosivos, conformadas y múltiples eyectables)...................................................................................................5 años
Retardos pirotécnicos.................................................................................2 años
Simuladores de explosión..........................................................................2 años.
Trenes de fuego pirotécnicos p/ granadas de mano..................................2 años

TEMPERATURA, HUMEDAD Y VENTILACIÓN.
Conceptos básicos:

Los de depósitos deberán mantenerse frescos y a temperatura lo mas constante posible, a fin de disminuir especialmente la velocidad de descomposición de los esteres nitricos, y por lo tanto, de las pólvoras y explosivos de los cuales forman parte.
En los días cálidos se evitara abrir los depósitos, y durante el verano se los ventilara de madrugada y al atardecer, siempre que la humedad elativa ambiente sea satisfactoria.
La humedad de los locales se debe, generalmente, a filtraciones de humedad por las paredes y/o a las condensaciones que pueden producir cuando el aire tibio que penetra al deposito se pone en contacto con superficies mas frías
Aparatos de medición de temperatura y humedad:
Los aparatos de medición de temperatura y humedad que deberán poseer los depósitos son:
En el interior del deposito: un termógrafo y un hidrógrafo, y en las proximidades de la
puerta un termómetro de máxima y mínima, con escala comprendida entre 10º 50ºC.

En la parte exterior del deposito, proximo a su entrada: un polímetro de Lambrecht.

Registro de temperatura, humedad y ventilación:
La forma de registro de temperatura y humedad, y las condiciones favorables para la ventilación de los depósitos, son los que se indican a continuación:
Las lecturas, efectuadas diariamente, de las indicaciones de los aparatos especificados se anotaran en un libro que se llevara al efecto.
El termómetro de escala común se observara cada día a la 0800 horas y a las 1400 horas.
La temperatura de los depósitos no deberá sobrepasar los 25ºC, ni ser inferior a 10ºC, especialmente en los casos en que ellos se almacenan explosivos nitroglicerinados.
Teniendo en cuenta que la humedad relativa alta ejerce un efecto perjudicial sobre los distintos materiales que se almacenan en los depósitos, no se deberá ventilarlos cuando la humedad relativa exterior sea igual o mayor al 85%. En los días secos se abrirán las ventanas y/o puertas para renovar el aire.
En general, las condiciones son favorables para la ventilación de los depósitos cuando la temperatura del aire interior es mas elevada que exterior. En los días de aire muy seco, cuando la humedad relativa sea igual o inferior al 40% se podrá ventilar, aunque la temperatura exterior sea 10ºC mas alta que la interior.
Se deberá tener en cuenta que las condiciones favorables para la ventilación, no suelen durar mucho tiempo. Por este motivo el deposito solo se abrirá el tiempo necesario que, en circunstancias normales, no excederá de 15 minutos. Se tendrá la precaución de cerrar inmediatamente el deposito si las condiciones atmosféricas se tomasen adversas.

Prohibición de apertura y ventilación de depósitos:
Los depósitos no deben abrirse ni ventilarse en días de lluvia, nevada, niebla intensa o cuando se aproximan tormentas eléctricas.

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